Una escapada a la naturaleza es, para mi, la mejor opción para desconectar, para descansar y volver al trabajo con energía. El sosiego que siento cuando voy paseando por un bosque, cuando me siento a ver el agua del río correr o como cae el sol sobre el horizonte, no lo encuentro en otro sitio. Son los mejores momentos que he tenido y que me han ayudado a volver a la calma en momentos de mucho estrés.

Esta es una evasión que necesito hacer cada cierto tiempo, y es por ello que suelo buscar la mejor selección de casas rurales para asegurarme una estancia perfecta en el entorno perfecto. Por suerte, la apuesta por el turismo rural es cada vez mayor y la calidad de las casas y sus comodidades también. Suelen ser casas regentadas por los propietarios por lo que el trato personalizado es mucho mayor y donde puedes observar el mimo y detalle que ponen en cada rincón.

A quienes piensan que un fin de semana en una casa rural es un plan aburrido y solo para familias. Pues es más bien todo lo contrario, es también un gran plan para irte sola, con tu pareja o con tu grupo de amigos. Hay muchas opciones de alquiler, así que o bien puedes alquilar una habitación en una preciosa casa rural o alquilarla toda y andar por ella como en tu propia casa, pero rodeada de espacios verdes maravillosos.

Yo he ido muchas veces tanto alquilando habitación como la casa rural entera y cada una de estas opciones tiene sus ventajas. En la primera tienes la oportunidad de estar con los propietarios e interactuar con ellos. Que te cuenten historias del lugar y muestren los lugares más bonitos de la zona. Uno de los mejores momentos es el desayuno, que suele estar hecho con productos caseros y de la zona y donde también tendrás la oportunidad de conocer a los demás compañeros de la casa.

Si decides alquilar toda la casa rural para vosotros solos es una experiencia diferente. Levantarte por la mañana y hacerte un desayuno a la hora que quieras para tomarlo en la terracita de la casa con tus amigos o pareja, es un lujazo. Además, siempre suelen dejar folletos e información para hacer excursiones y actividades por la zona, así que podrás ponerte tus bostas para pasear y mimetizarte con el entorno.

Dicho todo esto, y por si todavía no te convencido de lo maravilloso que es hacer una escapada a una casa rural, te voy a dejar cinco razones por las este es un plan perfecto.

Respirar aire puro

Abrir la ventana por la mañana e inspirar profundamente sintiendo como se te llenan los pulmones del aire más puro que hay, es un buen comienzo de día. Pero no solo me refiero a respirar en el sentido literal de la palabra.

Sentir la naturaleza significa también respirarla, llenarte de los olores que te rodean. A veces uno se olvida de oler, y no solo respirar. Oler mientras pasas por un campo de flores y acercarte para recordar como es el olor del musgo o la corteza de un árbol. Muchos de estos olores los tengo asociados a momentos muy concretos de mi niñez, como el de la tierra mojada, que no puedo dejar de evocar aquellos días en los que salía por fin de la casa para poder jugar y el aire que se respiraba era tan especial.

Caminar por los bosques

Solo escuchar el crujir de las hojas a tu paso, el canto de los pájaros o de lo grillos mientras caminas tranquilamente sintiendo que eres parte de todo ello, que te estás mimetizando en un entorno natural y que nada más importa. Esa es la sensación que tengo yo cada vez que echo a andar por bosques y senderos. Es como si todo se parase y solo existiese ese momento.

Si eres amante de la naturaleza como yo, me entenderás perfectamente, pero si eres más urbano que rural, te invito a que hagas la prueba y pongas toda tu atención a lo que rodea, no a tus pensamientos mientras haces un paseo por senderos cercanos a la casa rural. No hace falta irse lejos, ¡con un breve paseo las energías se recargarán!

Hacer actividades en el entorno

En la mayoría de las casas rurales suelen ofrecer actividades de turismo activo en las proximidades. Ya bien sea porque lo organicen ellos o porque estén en contacto con agencias del lugar. La variedad suele ser muy amplia, desde cicloturismo, kayak, trekking, puenting, quad, paseo en caballos,…  hasta rutas culturales para descubrir puentes romanos o preciosas iglesias o ermitas.

Degustar la mejor gastronomía y vinos

Como bien todos sabemos, en ningún sitio se come mejor que en la zonas rurales donde los productos son de primera calidad y, posiblemente, del huerto de la casa. Hacerte una escapada a una casa rural también te da la oportunidad de descubrir la gastronomía local y, como no, catar los vinos de la zona y de la variedad de quesos y productos frescos del lugar. Mi consejo, ¡déjate sorprender!.

Desconectar

Porque paseando por la naturaleza, respirándola, sintiéndola, oliéndola y degustándola podrás desconectar de tu rutina y darle un descanso a tu mente y cuerpo. Siéntante en una piedra o en un banco a observar, nada más. No nos olvidemos que no siempre hay que hacer cientos de cosas, a veces el no hacer nada, es lo mejor que podemos hacer para recuperar nuestro ritmo.

Fotografías: Chano Amado

Texto tomado de: https://viajandoimagenesysensaciones.com