Gran Canaria es todo el año un hervidero de ciclistas que buscan tranquilidad, variedad de rutas y tiempo agradable, lejos de los rigores del invierno que ya golpea fuerte la moral del ciclista cuando toma la temperatura de fuera antes de salir. Unas vacaciones ciclistas en Gran Canaria tienen todo el sentido en cualquier fechs, cientos de ciclistas están ahora mismo disfrutando de cada rinconcito que la isla guarda al ciclista curioso entre otros profesionales. Pero una vez te apeas de la bicicleta, la isla pone sobre la mesa no pocos atractivos que llenan de experiencias las horas fuera de la carretera.
Gran Canaria siempre se ha tomado muy en serio la conservación de su patrimonio natural. En 2005, la UNESCO premió ese esfuerzo con la declaración de Reserva Mundial de la Biosfera. Un 43% de su superficie es territorio protegido. Ya podéis imaginar la cantidad de rincones para perderse y disfrutar de las más de 100 especies de flora que sólo pueden verse en la Isla y de emblemas de la fauna local como el pinzón azul o el lagarto canarión.
Descanso en la playa
Gran Canaria cuenta con casi 60 kilómetros de playas repartidas en 236 kilómetros de costa, con elecciones para todos los gustos. Parajes pintorescos como el litoral de Mogán y Agaete o estupendas alfombras de arena dorada como Las Canteras y Amadores.
En el sur de la Isla se encuentra Maspalomas, un enclave ideal en donde disfrutar de un cálido atardecer junto a un faro decimonónico que goza de una plácida jubilación. Las dunas, una pequeña porción de desierto anclada junto al mar, es un escenario sublime para aquellos que asocien su bienestar al descanso.
No sólo ciclismo
Bañada por el Océano Atlántico, Gran Canaria ha sabido aprovechar sus aventajadas circunstancias para transformarse en un divertido parque acuático. Surf, windsurf y kitesurf son algunos de los deportes que se pueden practicar durante todo el año. El jetski y el parasailing aseguran altas dosis de adrenalina y la riqueza de los fondos marinos supone un gran reclamo para los apasionados del buceo y la pesca deportiva. De vuelta a tierra firme, el golf y el senderismo juegan un papel capital en una Isla que expone sus 24 grados de temperatura media anual como el mejor argumento para practicar ejercicio al aire libre.
Viajar con la familia
Gran Canaria es un destino familiar que asegura una desconexión instantánea con los pequeños de la casa pero también pretende consolidarse como punto de encuentro para hacer negocios. Su conectividad aérea y la calidad de su alojamiento permiten combinar el trabajo con un sinfín de alternativas para el tiempo de esparcimiento.
Las Palmas de Gran Canaria, capital de la Isla, presume de ser un emplazamiento en el que está prohibido aburrirse. La ciudad esconde sus secretos más íntimos en el antiguo barrio de Vegueta, en el que se ubican interesantes museos que el visitante debería inspeccionar.
Tres identidades en el plato
La gastronomía de Gran Canaria es otro ejemplo del mestizaje que le ha brindado su triple identidad europea, africana y americana. La Isla luce con orgullo una amplia gama de productos. Hay quesos exquisitos, frutas y verduras que se exportan al Viejo Continente, un excelente pescado y una repostería tradicional hecha arte gracias al legado de varias generaciones.
Texto tomado de: https://www.ciclo21.com