Millones de europeos han estado haciendo sus ensaladas con tomate canario desde hace más de un siglo, cuando su cultivo con fines comerciales lo impulsaron ciudadanos ingleses afincados en Canarias en fecha tan lejana como 1885. Fue un tal Míster Blisse (que había llegado a la isla como empleado de la compañía Swanston) quien comenzó a plantar la hortaliza «en un huerto de la ciudad de Telde» para enviarlo a Gran Bretaña.
Pero, más allá de la curiosidad de este dato histórico, el producto agrícola por el que es conocido en la actualidad el municipio de Telde es por sus naranjas de ombligo (conocidas también por su denominación en inglés «navel») con una producción de más de dos millones de kilos de fincas en Higuera Canaria, La Herradura, Salinetas, Hoya Niebla o El Caracol. Su cultivo, sin embargo, no es nuevo, puesto que ya hay referencias bibliográficas en el siglo XVI que indican su producción en la zona.
Desde 2011 Telde viene celebrando entre los meses de noviembre y diciembre una Feria de la Naranja. Y no sólo como cita entre consumidores y productores para degustar y adquirir naranjas, también para promover su aplicación en toda clase de elaboraciones gastronómicas, muchas de ellas tan tradicionales como unas tortillas de carnaval con mermelada de naranja.
El éxito y el prestigio por la calidad y sabor de la naranja de Telde ha animado a muchos a ampliar el número de fincas dedicadas a este árbol, aunque hay quienes han elegido recuperar un cultivo por el que Telde era igualmente famoso en siglos pasados: la vid, de la que se hacían unos vinos que se exportaban a América desde el puerto de Melenara y hoy surten la mesa de muchos restaurantes de la isla.
Un cultivo que no se ha recuperado, pero mantiene en el municipio vestigios de su importante presencia en forma de un interesantísimo patrimonio hidráulico e industrial que se ha ido restaurando en los últimos años, es el de la caña de azúcar. Por ejemplo, la Máquina de Azúcar (del siglo XIX) como se conoce a la destilería que elaboraba el Ron de Telde hasta 1990. La gastronomía vinculada a este cultivo tiene su cita en el valle de Jinámar, donde sigue celebrando en diciembre su antigua Fiesta de la Caña Dulce.
Pero Telde, que ofrece en sus muchos restaurantes una exquisita cocina con producto local y, especialmente, pescado de su puerto con cofradía de pescadores de Taliarte, es referencia en la investigación desde el Banco Español de Algas —centro puntero a nivel nacional de I+D+i que gestiona una fundación científica de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria— y cultiva algunas de uso culinario que emplean chefs de la isla.
Texto tomado de: https://www.grancanaria.com